El diario de las emociones es una herramienta poderosa para ayudar a niños y niñas a reconocer sus emociones y a adquirir mayor confianza al momento de expresarlas, en esta nota te mostramos cómo crearlo.
Aprender sobre las emociones mejora la comunicación entre padres e hijos, aumenta la cercanía en los vínculos afectivos y posibilita la empatía en la familia. Cuando decidimos iniciar a los niños en este tema, debemos recordar que es un proceso de autoconocimiento, en el que debemos brindarles las herramientas necesarias para que sean ellos quienes realicen su propia exploración y aprendan a distinguirlas y controlarlas a través de la práctica.
Un excelente punto de partida es entender que las emociones de los niños son tan importantes y significativas como las nuestras, evita minimizar sus sentimientos con expresiones como "Qué exagerado" o "No es para tanto"; así mantendrás su confianza y les será más fácil hablar sobre lo que sienten.
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La gestión de las emociones es una habilidad que se desarrolla a través del tiempo, por ello, una herramienta que nos puede ayudar mucho es la creación de un diario de emociones, este recurso permite que los niños registren lo que sienten, los efectos que tienen esas emociones sobre ellos y las respuestas que dan a esos estímulos; esto último es muy útil porque nos permite orientar un plan de mejora para que los niños aprendan a responder a esas acciones de una manera más planificada.
Estos son algunos de los beneficios:
1. Incrementa la autoestima de los niños.
2. Mejora el rendimiento académico.
3. Potenciamos la autoconfianza.
4. Mejoran las relaciones con su entorno.
Para crear el diario de las emociones, vamos a seleccionar una libreta o cuaderno que vamos a designar únicamente para este ejercicio; podemos decorarlo junto a los niños, de manera que ellos se sientan cómodos y familiarizados con él. Posteriormente vamos a emplear el diario cada vez que el niño o niña experimente una emoción significativa, por ejemplo si llegó triste de la escuela, es un buen momento para realizar el ejercicio.
¿En qué consiste el ejercicio?
De acuerdo con la edad y habilidades del niño o niña, vamos a pedirle que escriba o plasme en la libreta, la emoción que está experimentando. Es importante que le asignen un nombre a ese sentimiento, que logren identificar qué reacciones o sensaciones les produce y si es posible que lo expresen verbalmente ¡Es estupendo!
Una vez estamos llevando el registro de las emociones, podemos sentarnos una tarde cualquiera y revisar un poco de lo que hemos descubierto y aprendido a través de ese proceso, es fundamental el dialogo, no omitir la retroalimentación es clave para que funcione.
Esta técnica es ideal para trabajar con los niños pero también puede ser un ejercicio muy útil para los adultos, te invitamos a llevarla a cabo en compañía de tu familia para que mejoren las relaciones personales y creen dinámicas positivas basadas en el buen trato. También es importante que el niño trabaje en el diario de forma más o menos frecuente. No hay que obligarlo, pero sí incentivarlo para que se sienta motivado y quiera seguir añadiendo nuevas emociones.