Resuelve aquí todas sus dudas con respecto a la ley que empezó a regir en Colombia desde el mes de mayo del presente año. ¡Educar de otra forma, sí es posible!
La ley 2089 por medio de la cual se prohíbe el uso del castigo físico, los tratos crueles, humillantes o degradantes y cualquier tipo de violencia como método de corrección contra niñas, niños y adolescentes; es una medida pedagógica y no punitiva que busca crear herramientas para que las familias conozcan y empleen dinámicas diferentes a los castigos físicos y los malos tratos en la corrección de sus hijos.
Según la psicóloga javeriana, experta en desarrollo infantil y familia, Olga Alicia Carbonell, “esta normativa viene acompañada de una estrategia pedagógica nacional de crianza sin violencias, lo que implica que todo el país, desde el Estado, la sociedad civil y la academia, como corresponsables, deberán estar comprometidos en el diseño de diversas propuestas y estrategias de intervención a múltiples niveles, entendiendo la diversidad de las familias colombianas. Por este motivo es fundamental la participación y escuchar las voces de las familias en el proceso de construcción de las diferentes estrategias de intervención para ir progresivamente logrando la aceptación y transformación cultural de estas prácticas”.
Esta nueva ley invita a las familias a cuestionar aquellas pautas de crianza que se han normalizado durante años y que se siguen justificando con frases como "A mí me pegaron y no me pasó nada", para ello es necesario formar a padres, madres y cuidadores no solo en alternativas positivas de crianza sino en la consciencia y reflexión de las consecuencias que estas acciones traen en niñas, niños y adolescentes.
De ninguna manera, las familias tienen la potestad y el derecho de elegir las pautas de crianza para educar a sus hijos, siempre y cuando estas no violenten a niñas y niños. Los padres pueden poner normas, límites, valores y las formas que deseen para sancionar a los niños, buscando el aprendizaje y la reflexión más que una medida que pretenda castigar.
Niñas, niños y adolescentes son sujetos de derecho y como tal deben ser respetados, este el principal objetivo de la ley.
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Lo que sí podemos asegurar sobre esta nueva ley, es que las familias necesitan encontrar nuevos mecanismos de corrección a partir del diálogo, la construcción de vínculos afectivos sanos y la adecuación de rutinas de cuidado positivas; un cambio que requiere el apoyo de toda la sociedad.
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Fuente: Universidad Javeriana