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Con juguetes y kits escolares, familias cienagueras le apuestan a mejorar sus rutinas de cuidado.

En el programa Familia Activa, buscamos que las familias que participan, incorporen rutinas de cuidado que fortalezcan sus dinámicas, generen habilidades de crianza positiva y construyan su proyecto de vida en familia. Por ello, unimos esfuerzos con nuestros aliados para proporcionarles herramientas y estímulos que les ayuden a conseguirlo.

"Las familias no comparten con frecuencia actividades de recreación y esparcimiento como cocinar y leer juntos, hacer deporte, asistir a eventos recreativos, crear manualidades o salir de paseo."  

Establecer rutinas sanas de cuidado es el primer paso para promover relaciones familiares seguras que fortalezcan los vínculos afectivos y prevengan la violencia intrafamiliar. Estas rutinas comprenden la comunicación familiar, la integración de sus miembros, la distribución de actividades en el hogar, la gestión de conflictos y la construcción de objetivos en familia.

En este sentido, la Fundación Apego trabaja por empoderar y orientar a las familias para que sean capaces de autogestionarse, ya que las rutinas hacen parte de la intimidad de los hogares y son sus miembros quienes tienen la capacidad de autorregularlas. 

"Cuando iniciamos la intervención en las comunidades, lo primero que hacemos es elaborar un mapa del cuidado junto a las familias. Esto nos permite priorizar las rutinas a fortalecer de acuerdo con las necesidades de la población" -  Martha Hernández, Psicóloga del equipo Apego Ciénaga.

De acuerdo con nuestro estudio poblacional, en Ciénaga evidenciamos que un 81% de las familias requieren mejorar la comunicación y el dialogo familiar, el 64% de ellas manifiestan problemas para integrarse y mantener relaciones sanas de convivencia; y otro 55% afirma tener distribuciones inequitativas de las actividades de cuidado. Por esta razón, hemos centrado nuestro trabajo en integrar a las familias a través de las sesiones virtuales, con actividades como "el tesoro familiar" en la que cada miembro de la familia debía colocar un objeto valioso dentro de una pequeña caja, para que posteriormente a través de un espacio de dialogo pudieran compartir  la historia de ese objeto y el por qué era tan importante para ellos; este tipo de actividades, les permite conocerse y reconocerse como familia, con una historia, con unas costumbres y con experiencias compartidas. 

La integración familiar requiere que las familias se piensen y actúen como equipos y esto solo es posible cuando los miembros comparten y se conocen entre sí. Lastimosamente en la mayoría de los hogares, niñas, niños y jóvenes son excluidos de los procesos de toma de decisiones, de la planeación del proyecto de vida o de actividades tan simples como la participación en la gestión de crisis y conflictos; los padres desconocen sus capacidades y sentimientos, lo que termina impidiendo su participación.

"Fue sorpresa para todos los padres ser consultados sobre si son comprendidos por sus hijos cuando viven situaciones difíciles. El 33% de ellos manifestó que casi nunca comparten con sus hijos cuando tienen problemas, están enfermos, cansados o tristes."

Por tal razón, promover espacios y actividades que  permitan la interacción de todos los miembros de la familia, es una de las tareas principales que llevamos a cabo en Familia Activa. Promovemos el juego, el deporte, la lectura y la recreación como la base de una crianza positiva, que facilita el diálogo entre padres e hijos, les ayuda conocerse mejor y por tanto a establecer vínculos afectivos sanos que les acompañen en toda su vida.

En este sentido, además del material educativo que reciben las familias, en alianza con la Gobernación del Magdalena, la Agencia de adopciones ADA y donantes particulares, dotamos a las familias con kits escolares y juguetes que les permitan poner en práctica todo lo aprendido dentro del programa, además de garantizar el juego como actividad básica para una crianza positiva y una infancia feliz.

Los kits escolares incluyen morrales, marcadores, stickers, colores y otros materiales que son aprovechados por las familias dentro de los ejercicios que se proponen en las sesiones virtuales pero que también alivian económicamente a los padres, en el regreso a clases de sus hijos. Por otro lado, para la entrega de juguetes se priorizaron a aquellos hogares con niñas y niños entre 1 a 12 años, pues creemos que el juego es un derecho que debe garantizarse en la primera infancia.